El primer audiovisual sobre El Cuervo de Poe

Alejandro Cernuda



He aquí el primer corto sobre El cuervo de Poe. Lo hizo otro genio norteamericano: D. W. Griffith, cuando se cumplieron los primeros cien años del nacimiento del gran escritor norteamericano (1809-1849). Era el año 1909. Se nos presenta en este corto de apenas siete minutos una versión dramatizada y ficticia del momento de inspiración que llevó al genio literario a la creación de uno de los mejores poemas de la historia.

Griffith malversa la historia real, pone a Virginia Eliza, la esposa de Poe, postrada en una cama, moribunda de tuberculosis y a un escritor desesperado por la impotencia de no poder detener el amor que se escurre. Si bien la verdad es que Virginia Eliza Clemn Poe murió dos años después de la publicación del poema. la dramatización hilvana uno de los experimentos del audiovisual muy puestos en prácticas en la actualidad: el uso de la ficción para recrear momentos importantes de la vida de los grandes hombres.

David Wark Griffith era un genio, un innovador a quien apenas recordamos hoy por El nacimiento de una nación, 1915, una de las primeras grandes películas; pero lo cierto es que él es el padre del modelo de cine norteamericano. Fue el primero en utilizar el primer plano, el flashback. fue al primero que se le ocurrió filmar con una cámara en movimiento, descubrió a grandes estrellas de su época -y también el primero en reconocerse a sí mismo como Padre del cine moderno, lo hizo en un artículo publicado en 1913-.

El cuervo. John Tenniel

John Tenniel es el famoso ilustrador de Alicia en el país de las maravillas. También lo hizo con el famoso poema

Él, junto con Georges Meliés, trabajaron para integrar el nuevo arte dentro del conjunto de los demás; así, su cine es impresionista y a la vez se integra dentro del corte novelístico iniciado por Flaubert en el siglo XIX. En el caso de este primer audiovisual sobre El Cuervo de Poe (1909), tal vez el segundo o tercer trabajo de David Wark Griffith, es notable el uso de la iluminación a contraluz y lateral para acentuar el dramatismo. No es ilícito tampoco el uso de la ficción, pues como ya se ha explicado en este artículo: El cuervo ilustrado, sólo sabemos de la creación del poema lo que el mismo Poe nos cuenta.

Argumento del corto sobre El Cuervo

El audiovisual comienza con el soliloquio de gestos y expresiones, de una mujer enferma. Se muere poco a poco. La casa es pobre y cuando llega su esposo trae en la mano un manuscrito rechazado. No hay dinero ni comida para salvar a la mujer enferma. El hombre, apenado e impotente, la arropa en un gesto tierno y cuando ella no lo ve manifiesta su desesperación. Entonces aparece el cuervo sobre el busto de Palas Atenea. Llega la inspiración como un torrente y como es un escritor de verdad, de esos que sólo saben escribir, termina su poema y parte raudo en busca de un editor.

Se ve la escena entonces del primer rechazo editorial. Hombres que parecen tener a Dios de la barba y no le hacen mucho caso. Pero otro editor sí lo apoya, le compra el poema -en la vida real Poe sufrió varios rechazos, pero cuando su poema fue aceptado y publicado por el Daily Mirror, el éxito fue rotundo- El escritor protagonista del corto de Griffith parte veloz a comprar comida y medicinas, pero en los años que se realizó este audiovisual, la ficción cinematográfica norteamericana, no era tan condescendiente como hoy.

Audiovisual de Griffith. Un tributo a la obra de Poe

Y tampoco la realidad se adaptaba a un tributo, pues es sabido que Virginia Eliza murió dos años después de la publicación, y una de sus últimas palabras fue acusar a la escritora Elizabeth Fries Lummis Ellet, supuesta amante de su marido, de haberla asesinado. Sin embargo, la ficción es algo que surge y se alimenta en sí misma, no es culpa de Griffith. Muchas personas ven -y así se ha publicado varias veces- en la muerte de Virginia el motivo del poema El cuervo, lo que es un anacronismo en realidad (Ella murió en 1847 y el poema se publicó en 1845), pero con el tiempo la ficción ha buscado un resquicio.

Pese a todos los logros que tuvo David Wark Griffith, el cine no llegó a convertirse en un lugar placentero para él. Se sentía más cómodo en el teatro. Además de Poe -de quien volvió a tomar inspiración (La conciencia vengadora, 1914, basada en el cuento Corazón acusador)- utilizó a otros autores como: Tolstoi, Tennyson y Maupassant. Tuvo una carrera prolífica y variada, hizo más de 500 obras entre cortos y largometrajes.

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