Rajani Pandit. Detective contra el amor

Alejandro Cernuda

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En una sociedad con elefantes, profundamente dividida en castas y con un sentimiento ancestral del honor, con matrimonios arreglados bajo estrictos principios de conveniencia, no es de dudar que en la India los detectives contra el amor tienen un campo importante. Allí han hecho su agosto los profesionales como nuestro reivindicator Roger Montero.

Aljazeera presenta este documental donde sigue los pasos de Rajani Pandit, hoy conocida como Lady Bond, la primera detective mujer, dedicada a espiar adolescentes.

Las redes sociales, las nuevas tecnologías en una sociedad conformada a la antigua pero altamente involucrada en la era digital, todo acompaña a una nueva generación que quiere tomar el control de sus vidas lejos de la conveniencia de sus padres. En el documental vemos que Rajani Pandit, quien se ha enfrentado ya a 7500 casos en un oficio que es técnicamente ilegal en su país, la primera mujer entre los detectives contra el amor, no se detendrá ante nada para pillar infraganti a su víctima. Es todo un thriller dentro del exotismo de una cultura que nunca llegaremos a aprehender del todo.

Las agencias de detectives son ilegales en la India, pero esto no es razón para que no existan cerca de 3500 en Delhi. Un gran número de estos profesionales son mujeres, debido a que los clientes las prefieren para este trabajo. Los métodos investigativos han llegado tan lejos que no sólo se basan en el cotilleo o hacer una foto en el momento oportuno. Muchas de estas agencias de detectives cuentan con métodos sofisticados para hackear cuentas de redes sociales e intervenir teléfonos.

Cada caso se cobra como mínimo en 500 o 600 euros. Así, el éxito del negocio está dado entre la fisura del ancestral orden de la sociedad de la India y la nueva cultura que trae la globalización. Claro que esta veta no sólo afecta a los jóvenes. Cada vez aumentan más los casos de parejas con más de diez años de matrimonio que se ven afectadas por la infidelidad.

Los casos están divididos en pre-matrimoniales o post matrimoniales, y por supuesto, la publicidad detectivesca advierte que si usted se ocupa de investigar antes de casarse puede que nunca llegue a necesitarlo después.

Hay que tener en cuenta también el significado de una boda para los indios. De ese tipo de unión, esa fiesta donde una familia puede gastárselo todo en varios días de guateque. Es el acontecimiento más importante de sus vidas y nada debe arruinarlo. Además de esos gastos, ahora también se suma en muchas ocasiones el pago del servicio a una agencia de detectives.

Las agencias no sólo aceptan casos sentimentales. No faltan las encomiendas relativas a fraudes, traición de socios y hasta el espionaje comercial.

Los métodos sofisticados que usan estos detectives contra el amor, pueden ir desde la pura observación, hasta el uso de la última tecnología en materia de espías

Y luego de la prueba del delito

Nada, lo mismo que en cualquier otra parte. Akiritri Khatri, de 28 años y dueña de la Venus Detective, dijo una vez para The Guardian mientras contaba uno de los encargos: El caso que me dejó atónita fue el de una mujer que dijo saber que su marido tenía un romance y que sólo quería alguna prueba de ello. Así que le pregunté si luego, con esas pruebas, iría a la Corte para pedir el divorcio o se las mostraría a su familia. La cliente respondió que nada de eso. Simplemente las iba a guardar para cuando ella fuera sorprendida en un percance similar.

Rajani Pandit

La fama de Lady Bond ha crecido, antes y después del documental, más allá del estado de Maharashtra. Su currículo incluye más de dos mil casos resueltos y una docena de premios. Cuenta ella misma que cuando empezó en el oficio no existían agencias profesionales en la India ni ninguna formación. Tuvo que aprender sola, con una gran determinación y enfrentada a la sociedad. La misma publicidad de su trabajo la llevó varias veces a la televisión, lo que la hizo famosa y controvertida.

Un día descubrió que para ser detective privado era preciso nacer con una especie de condición genética; que todo lo aprendido ya, de alguna manera estaba con ella cuando comenzó. Tal vez haya jugado un papel importante ser hija de un subinspector de policía.

Su equipo de investigación ha crecido en veinticinco años tras la lupa de Sherlock Holmes, hasta tener bajo contrato a más de veinte personas, en su mayoría mujeres. Ha escrito dos libros: Rostros tras los rostros y Fantasmagoria.

En febrero de 2018 fue arrestada, junto a otros detectives privados por un fenómeno también de nuestros tiempos: la venta de información privada. Pasó cuarenta días en la cárcel y fue liberada sin cargos.