En 1999 Milos Forman filmó Man on the moon. Una película basada en la vida del cómico norteamericano Andy Kaufman, con Jim Carrie en el papel principal. Dos de los tres nombres propios escritos en el texto anterior deberían ser razón para permanecer poco más de una hora frente a la pantalla. Vale la pena, lo aseguro.
Aparte de los logros artísticos que puedan encontrarse en el filme, hay un hecho, un riesgo de los tiempos modernos: con solo abrir Youtube y poner el nombre de Andy Kaufman es posible encontrar casi todas las escenas de shows que fueron explotadas en la película de 1999. Se pueden ver algunas de las peleas de lucha con mujeres, episodios de Taxi. La fabulosa imitación que solía hacer de Elvis Presley. La escena en que el campeón de lucha lo abofetea.
También de hacer este breve experimento comprendemos que Milos Forman también lo hizo, y le prestó tanta atención a los detalles que muchas veces podemos predecir con exactitud los movimientos de Andy.
Andy Kaufman es entrevistado por Orson Welles
Kaufman fue el principal representante de la contracultura en la televisión norteamericana. No hubo otro como él, nadie que pusiera tan poco interés en limar su imagen ante el público. Era como un diamante en bruto y se las arregló para permanecer así.
El público necesitó entenderlo, acostumbrarse a él, antes de comenzar a amarlo, aunque quizá esta no sea la palabra correcta, tal vez no lo sea para nada. Aun así no lo consiguió una parte importante de los conservadores televidentes que por esos años ocupaban sillas… algo que por otra parte, no importó a este genio del show.
Era difícil saber si sólo intentaba divertirse o entretener al público. Cualquiera que presenciara uno de sus shows corría el riesgo de no entenderlo, esa era su trampa. Andy Kaufman pretendía engañar al público a cambio de ese momento en que de alguna manera la gente se metía en la trampa.
Aún en la actualidad algunos creen que su muerte en 1984 es sólo parte de otra broma y que en algún momento reaparecerá de nuevo. Así se especula en este artículo del New Yorker. La gente cree que saltará de un momento a otro al escenario y se pondrá a recitar el texto completo de El gran Gatsby.
Tal vez eso de organizar shows sin público, cuando era pequeño, lo llevó a concebir la idea de que en realidad no existía nada al otro lado de la pantalla.
De adulto comienza a destacar en clubes de comedia, donde conoció a George Shapiro, un empresario de los medios que se jugó la suerte con él y fue su manager personal por muchos años. Andy Kaufman consiguió un papel en la serie de televisión del momento, ”Taxi”. Sin embargo, nada es suficiente para él y comienza a plantearse nuevos retos. Creó, junto a su colega Bob Zmuda, un álter ego, Tony Clifton, y especializándose en espectáculos de lucha libre de y contra mujeres con los riesgos que supone tamaña empresa.
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