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Eduardo Pedro Martínez Dalmau nació el 29 de junio de 1893 en La Habana, Cuba y falleció el 19 de noviembre de 1987 en Miami, EEUU. A temprana edad sus padres emigraron a Barcelona, España donde completó sus estudios primarios. Marchó al Noviciado de los Padres Pasionistas en Gaviria, poblado de Guipúzcoa, País Vasco hasta ordenarse sacerdote el 1 de noviembre de 1915 en la Iglesia de San Apollinaire en Roma, en la cual celebró su primera misa solemne el 4 de ese propio mes. En Roma ejerció como profesor del Colegio Internacional de los Pasionistas en San Giovanni de Paolo, Roma.
Su regreso a Cuba alrededor de 1925, está marcado por informaciones contradictorias que lo colocan como profesor del Seminario, en la Iglesia de Buen Viaje o exclaustrado y viviendo con su familia por razones de enfermedad. Lo comprobado hasta el momento es que el 21 de diciembre de 1935 tuvo lugar su consagración como obispo en la Catedral de la Habana, por el Arzobispo Jorge José Caruana, Nuncio Apostólico en Cuba, asistido por los Arzobispos José Manuel Ruiz Rodríguez y Valentín Zubizarreta Unamunsaga.
Monseñor Eduardo Martínez Dalmau en 1936.
El 2 de enero de 1936 arribó Martínez Dalmau a la Diócesis de Cienfuegos la cual abandonaría en alguna fecha de finales de diciembre de 1958, según relatan algunos, y renunciaría a ella en 1961. Para algunos su partida del país es consecuencia de las cercanía de Monseñor al Presidente Batista mientras que otros apuntan al manejo económico de la diócesis. Lo cierto es que durante sus años como obispo legó una significativa obra, material e intelectual, al patrimonio de la nación cubana.
Sus dotes como orador e historiador fueron reconocidos por muchos de sus contemporáneos con la misma fuerza con que son desconocidos o preteridos hoy. Sus avales como miembro de la Academia de Historia de Cuba o la de Artes y Letras, la Legión Francesa y otras instituciones de Cuba o más allá, dicen en pro de la obra intelectual de Martínez Dalmau. Su participación en el Concilio Vaticano II lo colocan, incluso tras la renuncia a su diócesis, como parte del suceso más significativo ocurrido en la Iglesia Católica cubana contemporánea.
Algunos, en el seno de la comunidad pasionista han hablado del posible traslado de sus restos mortales a Cuba desde el cementerio católico Our Lady of Mercy, en Miami, donde fue sepultado el 23 de noviembre de 1987, en la sección reservada para los obispos y sacerdotes. Es considerado Obispo Emérito de las diócesis de Cienfuegos y Santa Clara.
Colaboración de Amed Morales.
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