La pintura ha hecho de Ofelia casi un personaje anfibio; en la representación de Hamlet, sin embargo, su muerte se cuenta mediante el monólogo de la reina Gertrudis y no es visualizada en la escena convencional. Ofelia se trastorna luego de que Hamlet mata a su padre. Loca, se sube a un sauce y al romperse la rama cae al agua y se ahoga sin ser consciente de ello, ni tampoco de iniciar una zaga de relación literatura –mujer-agua-muerte, de la que son cómplices Virginia Woolf y Alfonsina Storni.
La muerte de Ofelia, sin ser suicidio, muchas veces pasa por tal y está considerada como una de las muertes más poéticas de la literatura, al menos en la versión contada por la reina Gertrudis. Su interpretación puede variar mucho desde el punto dramatúrgico y en alguna versión moderna sobrevive a Hamlet. Creo que si la historia contada por Shakespeare hubiera ocurrido en nuestro mundo aún hervirían las hipótesis de suicidio, asesinato, etc, en la verba de los historiadores.
También la pintura ha intentado muchas veces captar ese inquietante camino hacia una muerte de la que sólo es consciente el espectador. El momento anterior a la caída, como es el caso de Carlos Ewerbeck, o ya en el agua, mientras se diluye en ella, se fusiona, como si el candor de la joven y la frescura del agua conformaran una misma sustancia.
Ofelia al borde del rio. Obra de Carlos Ewerbeck
Ofelia en el borde del río, obra del pintor alemán Carlos Ewerbeck (1900) se encuentra en la galería Guarisco Gallery de Washington y es propiedad de su hijo Jorge Ewerbeck. Alumno de Adolf Schill.
Lectura recomendada:
Wiliam Shakespeare no existió. Así trata de probarlo el premio que nadie ha ganado.
Ofelia parece arrastrarse en silencio hacia la locura. No mucho se sabe de su pasado, aparece en apenas cinco escenas de las veinte que tiene la obra. Los puritanos del siglo XVIII intentaron eliminar la escena de su locura, porque no era apropiado. Un siglo más tarde los psiquiatras parecían sentirse fascinados por lo que solían llamar la Ofelia victoriana. Aun hoy no falta quien ponga de ejemplo a la heroína de Shakespeare para estereotipar el suicidio de lánguidas adolescentes; pero el personaje que parece no sobrevivir sin Hamlet se las ha arreglado para fascinar a escritores, músicos y pintores. ¿Lo había imaginado Shakespeare? Preparaba ese futuro para su personaje femenino por excelencia. Tal vez sí.
Muerte de Ofelia. Delacroix
Creo que la obra artística generada por ella es mayor a la de cualquier personaje de la pieza teatral. Ofelia, entonces, es un personaje, dentro de la obra de Shakespeare, más terrenal y psicológicamente atrayente que el joven de la famosa frase “Ser o no ser” y digo más, que la mismísima Julieta. Nuestra Ofelia se convirtió en uno de los primeros caracteres analizados, un prototipo de la Histeria femenina, en un volumen publicado en 1603 bajo el sugerente título de La sofocación de la madre. O veinticinco años más tarde, en Anatomía de la melancolía, todo un bestseller de Robert Burton.
En 1848 Eugene Delacroix dibujó una serie de láminas donde el motivo era el personaje de Shakespeare. La más famosa de todas fue La muerte de Ofelia. Delacroix parece sentir una fascinación impostergable relacionada con la locura y la sensualidad de la heroína. Como muchos otros pintores, eligió el momento de su muerte para representarla. Se cree que Delacroix se inspiró en la actriz irlandesa Harriet Smithson, quien interpretó el papel en el teatro de l’Odeón de París entre los años 1827 y 1828, y que después fuera la esposa del famoso compositor Héctor Berlioz, quien por casualidad también tiene una balada de título La muerte de Ofelia.
Nota aparte. Berlioz confiesa haberse enamorado de Harriet Smithson tras la representación de la obra de Shakespeare, en el año 1827. Días después fue a verla interpretar Julieta. Fue ése el comienzo de cinco años de intentar conquistarla… Demasiado obsesivo, le parecía a Harriet y a Berlioz no le faltaba fama de serlo.
Cinco años después se casaron y tal vez por esos misterios de la vida, Harriet comenzó de verdad a convertirse en Ofelia. Dejó de actuar, perdió la voz, bebía como un cosaco mientras Berlioz crecía y crecía, y de vez en cuando yacía también, con la soprano Marie Recio. Entonces, para alivio de todos, el matrimonio acabó en 1844; aunque el compositor continuó siendo su valedor económico toda la vida.
Ofelia, John Everett Milais
Ophelia (1851-52) Obra de John Everett Millais. La modelo Elizabeth Siddal, también poeta y futura esposa del pintor prerrafaelista pintor Dante Gabriel Rossetti, tuvo que permanecer literalmente por horas dentro de una bañera mientras el pintor hacía su trabajo. En el invierno de ese año la modelo cayó enferma de pulmonía a causa de las largas horas dentro de la bañera. El padre de la joven acusó al pintor y éste tuvo que pagar la factura del doctor.
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