Décima espinela irreverente y la poesía popular

Alejandro Cernuda



Wystan Hugh Auden fue un poeta y ensayista británico, dueño de esa envidiable capacidad para triunfar en ambos géneros, como Petrarca, Octavio Paz, Brodsky, Eliot, José Martí y muchos otros ejemplos. Por lo general los poetas son mejores ensayistas que los narradores. Un día los psicólogos prestarán atención a esta sinergia entre la poesía y el ensayo.

Auden dijo que era bienaventurada la rima porque obliga dos veces al pensamiento. Para él la poesía implica el ejercicio de buscar la palabra exacta por la conjunción de sus características sonoras y argumentales. Las palabras parecen tener un destino manifiesto y el poeta se dedica a encontrarlo.

La rima como herramienta estética es un fenómeno tan antiguo como la lírica; sin embargo, esto no la desliga de la épica, sino que las une aún más, son viejas amigas desde las églogas y las epopeyas, desde el canto tribal. Esta antigüedad ha influido en que la poesía rimada se acerque más al juego narrativo basado en causa y efecto. Se cuentan historias con el verso rimado, mucho más que con el verso libre, que por otra parte es más propensa a pasar imágenes frente a nuestros sentidos para provocar un efecto psicológico.

La rima es ritmo. Las palabras están supeditadas a su efecto sonoro y, de la música se sabe, todo ritmo se aparta con la única intención de regresar. Así se podría contar la historia de la épica partiendo del círculo cósmico de la música al verso compuesto de palabras, a la causa que engendra el efecto.

Los poemas debían dividirse en dos regiones más: el yo y lo ajeno. Tal vez por razones circunstanciales las rimas han sido afectadas en gran medida por el yo. Más a partir del Renacimiento, cuando el hombre, y entre ellos los poetas, se sintieron en el centro del universo.

Pelea de gallos

Dibujo representativo de una lidia de gallos

La décima espinela

Es una estrofa de diez versos octosílabos con una rima estructurada, salvo excepciones, de la forma ABBAACCDDC. Es una de las fórmulas más explotadas en la literatura y oralidad artística en lengua española. El secreto está precisamente en el alto valor musical de esta fórmula y en la capacidad de comunicar ideas y narrar situaciones de una manera simple. La violación de estos preceptos ha dado al traste con cualquier intento de hacer décima culta. El uso de un lenguaje atípico y elitista tiene la misma eficacia poética que se buscó en los símbolos del modernismo, o antes, con la inclusión de términos en otro idioma…

Optar por ese tipo de construcción del lenguaje es una elección sospechosa que poco valida el uso del octosílabo rimado. No es que la décima espinela lleve intrínseca una estética, ni que no haya buena décima culta, ni siquiera estoy negando el sutil encanto de la poesía hermética. Me refiero a esa ruptura que viene con ínfulas de perdonavidas a enmendar una manera de hacer.

La poesía ha sido eficiente y obsesiva a la hora de abandonar el lenguaje común, vulgar, entendible para la mayoría de las personas. La poesía moderna te abofetea con imágenes, una tras otras y produce en muchas ocasiones recitales que son un coñazo. No soy yo el primero que hace esta pregunta ¿Tiene objetivo la poesía que no está hecha para ser memorizada?

La décima espinela está ligada a la expresión popular y a una estética pastoril. Eso le ha permitido llegar a méritos que otras expresiones poéticas no han podido alcanzar. Ha sobrevivido sin otro apoyo que la tradición. Sin sobradas publicaciones, ni aedas de academia, ni espacios en la ciudad.

Si se ve la décima espinela como parte de la literatura a la cual estamos acostumbrados, la literatura de leer y no de escuchar, no hay en ella muchas posibilidades para la renovación estética: ocho sílabas métricas, diez versos y un lenguaje poco rebuscado. Estas propias características le imponen una musicalidad sin igual entre las expresiones poéticas practicadas en nuestra lengua. Sin dudas a la décima, como a cualquier expresión rimada de arte menor, le es favorable el auditorio. La propia historia de la lírica está ligada a la recitación. Un poeta, como se conoce en el campo, o si se quiere un repentista, no es sólo un ente literario. Es, por encima de todo, un bardo heredero espiritual y en funciones.

Hay un tipo de décima espinela que no se concibe para ser recitada. Está hecha con el objetivo pasar subrepticia de mano en mano y tiene un carácter opinante, vedado por la moral, la religión, la política u otros actuantes con patente para censurar.

De lo irreverente en la poesía

Décima espinela irreverente, así lo llamaré. Es una antigua función de este tipo de poesía. Aunque la irreverencia no es exclusiva ni siquiera de la poesía, no quedan dudas de que la décima ha sido el actuante más generalizado y de mayor éxito en este tipo de manifestación cultural… ¿pero por qué? Y la respuesta saltará como obvia para muchos: la décima es una vieja expresión artística de amplio consumo en un sector definido de la población —la poesía, salvo por razones extraliterarias, nunca ha sido objeto de consumo de las mayorías. La décima, aunque sus razones no sean tampoco puras, es el único acontecimiento poético que ha logrado reunir diez mil oyentes en un estadio de béisbol—, hasta los reclusos gustan de escribir décimas de este tipo, según lo atestigua Pablo de la Torriente Brau en su Presidio Modelo.

Como lo ha hecho el romance en cuestiones de amor, la décima espinela ha ganado terreno en la parodia, la sátira y otros avatares sin perder el carácter estético. El uso del humor como caldo de cultivo para una estética tiene raíces en la Grecia antigua, y su fraternidad con las clases campesinas viene, como lo demostró Bajtin, desde la etapa feudal europea. Hubo dos corrientes, decía el teórico ruso, aunque no con estas palabras, y por una razón circunstancial el mundo de la alta cultura se decidió por el drama, dejando en cerebros bucólicos el consumo del carácter festivo de las artes, de este carácter nacieron Rabelais y Cervantes.

La décima que no está hecha para ser escuchada pierde su fuerza musical y, sin ser consecuencia de esto, apuesta por su argumento. Al salirse del entorno para el cual fue concebida se convierte en una expresión de difícil hechura y muchas veces su espíritu de crítica destruye toda concepción estética, se convierte en mero chiste rimado, tal vez con la única ganancia de ser divertimento o servir para caracterizar una preocupación de época. Pero tampoco es para segmentar la décima y encasillar un nuevo subgénero basado en tan sutil exposición. Sólo que en ciertos momentos juzgamos a la ligera y rechazamos lo no pontificado como si fuera campo baldío.

Hay ejemplos de bien logradas composiciones para criticar los más variados tipos de proscripción. Y buenos poetas involucrados. Por demás, el sentido argumental de una ficción muchas veces ha bastado para consagrar obras. Juzgar la décima irreverente sólo desde una óptica antropológica implica un acto discriminatorio. La estética es la parte formal de una obra. La forma no está determinada por ninguna cualidad específica y por tanto sólo se puede juzgar de dos maneras: la primera y menos exacta es mediante la estadística, la segunda es involucrarla con valores éticos.

En lo que concierne a expresiones irreverentes, ese tipo de juicio estará siempre velado por las condiciones que hicieron surgir. En la poesía se han probado muchas combinaciones: desde el poder de la palabra bella hasta la composición adocenada y melancólica. La décima irreverente no está en ningún extremo, no es un himno de combate ni tiene otro propósito artístico que no sea el ejercicio de consagrar el destino manifiesto de las palabras molestas.

Luego de haber escrito este artículo. Recibí varias peticiones de ejemplificar. Hay miles de décimas irreverentes. Algunas de estas las escribo de memoria, otras las he recopilado al vuelo para ofrecerlas aquí.

Ejemplos de Décima espinela irreverente

Arriete y Ciego Montero

 Yo tocaba en una orquesta   y casi me vuelvo loco   porque ganaba muy poco   cuando arreglaba una fiesta   anduve el llano y la cuesta   haciendo de timbalero   y como el conjunto entero   quedó de pronto al garete   tengo un timbal en Arriete   y el otro en Ciego Montero. (Luis Gómez)

Una vaca socialista

 Una vaca socialista   y un caballo de JUCEI    se llevaron preso a un buey   porque no era comunista.    Y una chiva cederista    le comentó a un puerco cano:   Aquí hay que ser miliciano.    Y el puerco le contestó:   Si no hay manteca ni arroz   yo sigo siendo gusano. (JUCEI = Juntas de Coordinación, Ejecución e Inspección)

Pandemia

 Según se oye decir la cosa se ha puesto grave y la humanidad no sabe ni de qué se va a morir aunque quieran combatir el cáncer y la leucemia si no te mueres de anemia por la falta de comida la puta te pega el sida o te coge la pandemia.   (Lázaro Aguiar)

Al periodo Especial

 Transcurridos cinco octubres   del Período Especial   no hay caos nutricional   en los barrios insalubres:   Las vacas tienen tres ubres   y hay una por vecindario,   y el Mercado Agropecuario   que es más que la UBPC    dicen que va a dar bisté   aunque sea de dinosaurio. (UBPC = Unidades Básicas de Producción Cooperativa)

Pedido a la Virgen de la Caridad del Cobre

 Virgen de la Caridad   tú que eres milagrosa   haz que no siga las cosa   tan mala como ya está   date un saltico hacia acá   y alivia nuestro sufrir   y si no puedes venir   porque no esté a tu alcance   suelta un bote y dame un chance   a ver si me puedo ir  Yo te prometo querida   tu imagen seguir amando   y te prometo ir remando   de aqui hasta la Florida   Si así me salvas la vida   de lo que mucho me alegro   yo remaré como un negro   y si me cuidas a mi mami   cuando yo ya esté en Miami   el bote te lo reintegro.

Respuesta de la Virgen de la Caridad

 Lo siento señores míos   se acabaron los bombones   aguanten los apagones   ilumínense con velas   cepillénse con sal las muelas   y roben como ratones   sin un dólar pa´comer   caguen sin tener papel   monten bicicleta y mulo   aprietense bien el culo   y griten !VIVA FIDEL! 

A una mujer enferma

 En general la mujer   Te Ama si eres torero   O cuando tienes dinero   o si versos sabes hacer.    Yo te quiero complacer   Princesa riñón de oro   Pero no tengo tesoro   Así que de tres condiciones   Mejor escribo canciones   No sea que me mate un toro.  Es mi primera canción   Para tu cara de diosa   Nada mejor que la rosa   En cursi comparación   O va mi verso a tu riñón,   Estorbo de emociones,   De sexo y relajaciones.    Que se despueble de bichos   Que vuelvas a tus caprichos   O yo pierdo los cojones.
El juego de Onetti
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