Libros del Curso Délfico de Lezama Lima

Alejandro Cernuda

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José Lezama Lima denominó el curso Délfico a un grupo de libros que él recomendaba leer. Claro que no incluyó ninguno de los suyos. Podríamos nosotros hacerlo hoy. Su novela Paradiso va siendo cada vez más un texto fundamental en América Latina. Quienes conocen la obra de Lezama Lima, quienes logran sentirla, son poseedores de uno de los placeres más grandes que puede generar la lectura. Es el placer que no se puede explicar.

Su obra permanece, y así quedará, oculta al gran público. Paradiso es un libro de difícil lectura. Es fácil encontrar a muchas personas que dicen haber ido directo al famoso capítulo VIII, que es de un sabor parecido al epílogo del Ulises de Joyce. La otra parte del libro continúa desconocida, incomprendida. Ya nadie sabe quién era Oppiano Licario...

Todo escritor pone en el libro algo de sí y algo superior a sí mismo. Como dijo Nietzsche: Yo no quiero ya leer a los autores que dan a entender que han querido hacer un libro. No leeré más que aquellos cuyas ideas formen inopinadamente un libro.  

Uno de los mayores pecados de la modernidad es pretender escribir para todo el mundo. No porque seamos menos perceptivos que las generaciones pasadas, sino que el futuro depende de la velocidad. Ya no se ve el mundo al trote de un caballo y ni siquiera las autovías se han organizado en función del paisaje. Así también es la literatura. Si no pasa nada en los dos primeros párrafos, el libro es un plomo. Se necesita práctica para llegar al tercer párrafo de algunos libros; pero no hay tiempo para dedicarlo a la lectura, que es la única manera de conseguirlo.

Si alguien conoce la lista completa de lo que Lezama llamó el Curso Délfico, yo no lo sé. Tampoco es el único que ha hecho un trabajo semejante. Les presento aquí los que tengo. Una parte de aquellos que José Lezama Lima indicaba a sus pupilos.

Todo el curso, según su autor, está involucrado con una frase del Oráculo de Delfos: Lo bello es lo más justo; la salud lo mejor; obtener lo que se ama es la dulce prenda para el corazón.

Listado de libros del Curso Délfico

El gran Meaulnes  No vale la pena extenderse en este cuadernillo, en este cuento de la amistad que nace entre dos jóvenes gracias a ese fenómeno universal que es la admiración. Está considerado como uno de los mejores libros escritos en Francia en el siglo pasado. Fue uno de los primeros libros que comentamos en esta revista. Puede seguir el enlace para saber más.

Leer El gran Meaulnes

Al revés A contrapelo, Contra Natura -o como quieran llamarlo-. de Joris-Karl Huysmans. Esta novela, escrita en 1884, se ha convertido en el modelo oculto de toda una corriente de decadentismo. Visto así no parece otra cosa que un texto para curiosos diletantes, pero el libro, que tiene más de ensayo que de novela y se llama como tal, dejará en los lectores, además de la singular visión del mundo de Joris-Karl Huysmans, la confidencia de que se puede hacer literatura con inimaginable artificio. Hemos comentado A contrapelo en otro artículo. El enlace se puede encontrar al principio de esta nota.

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Platón. De alguna manera toda la filosofía moderna es Platón o Aristóteles. La primera enseñanza que se debe sacar de sus obras es ese no sé qué perdido en los textos modernos, los cuales pretenden responder a un estilo formal y nada arriesgado, digamos que aburrido.

Rilke. No se ha estudiado suficiente la apetencia y el éxito que tienen los poetas sobre los narradores a la hora de escribir ensayos. Nadie como ellos y Rilke lo demuestra en Cartas a un Joven Poeta. Lezama no se refiere a un libro en específico, pero yo no puedo dejar de señalarlo, tampoco evito mencionar el poema a Eurídice, que me gusta y sí se parece más a lo que intenta transmitir el autor del curso Délfico.

Dostoyevski. Decía Lezama que era necesario leer toda la obra de Fiódor. Pese al alma rusa que parecen ver detrás de sus personajes, pese a la lucha espiritual que se superpone a otras luchas, el hombre todo está en sus obras. Usted que lee y yo. No se ha escrito nada como Los hermanos Karamasov; aun así, en mi particular encuesta, la gente prefiere otras obras suyas. Qué maravillosa contradicción.

Los cantos de Maldoror, de Lautréamont. El éxito que conoció este libro se debió a lo que vino después: el surrealismo. Lautréamont murió un año después de publicarlo, sólo tenía veintitrés años; pero dejó escrito estos cantos. Dentro de ellos está la más alta expresión del héroe negativo, en lucha abierta contra Dios. Maldoror lucha contra Dios y el libro pasa poco a poco de la poesía a la narrativa.

Conversaciones con Goethe, de Eckerman. De los tres volúmenes que donde el autor recopiló sus recuerdos de Goethe, el tercero parece ser el más fiable, pues los dos anteriores guardan mucha influencia del gran escritor. La experiencia de conocer a este viejo mediante las anotaciones a modo de diario, hechas por Eckermann, es una de las mayores alegrías, como conocer a Flaubert por sus cartas, más que por su Madame. Por la importancia que podría tener este libro en la formación del espíritu de los jóvenes hemos dedicado un breve análisis sobre el libro de Johann Peter Eckerman y sus Conversaciones con Goethe.

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Doktor Faustus, de Thomas Mann. Pese a estar basado en la famosa leyenda de Fausto, este libro tiene precedentes más intensos en la filosofía de Adorno y la composición musical de Igor Stravinski y de Schönberg. Escrito por Thomas Mann durante su exilio en Estados Unidos, cuenta la vida de Adrian Leverkühn, un compositor y la supuesta venta de su alma al diablo.

Mario el epicúreo, de Walter Pater. Esta novela basa su tema en la búsqueda de la belleza como fin. Situada temporalmente en la época de Marco Aurelio. Pater tuvo dos grandes obras: este libro y un discípulo llamado Oscar Wilde.

Gaspar de la Noche, de Aloysius Bertrand, quien murió a edad prematura y dejó esta obrilla; publicación póstuma que inauguró la poesía en prosa del romanticismo. El poemario abunda en metáforas y anécdotas relativas a personajes de su tiempo.

Psique, de Erwin Rohde. Nadie describe, con la minuciosidad de este libro, los antiguos ritos del culto a los dioses griegos. La idea de la inmortalidad del alma se explora en profundidad. Según Rhode la inmortalidad del alma no estaba aún en las creencias griegas en los tiempos de Homero.

El otoño de la Edad Media, de Johan Huizinga (Groninga, Holanda), pese a la especialización de esta y otras obras de Huizinga, quien parecía escribir sólo para los holandeses de su época, El otoño. transmite una idea de la idea medieval en su paso al Renacimiento.

El amor y Occidente, de Rougemont, A partir del mito de Tristán, este libro analiza los orígenes religiosos, la pasión, el misticismo, la guerra, el adulterio y el matrimonio. Es un libro fundamental para entendernos. Supongo.

El Tao Te King, de Lao Tsé. Muchos particulares han cambiado en este libro luego de encontrar antiguas versiones; sin embargo, sus ideas fundamentales continúan la incesante influencia mística sobre todo aquel que lo lee.  

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El libro de los muertos Es básicamente un catálogo de sortilegios para ayudar al muerto a superar el terrible juicio de Osiris. Fue un libro, no para leer, sino para enterrarse con él.

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